Presidente Nayib Bukele reaccionó ante la última resolución de la Sala de lo Constitucional en donde suspende pedir prueba COVID-19 negativa a personas que viajen al pais.
La Sala de lo Constitucional sigue en su proceso de desmantelamiento del Gobierno, disfrazado de “tutela de derechos”.
Ningún derecho es absoluto, y los requisitos de entrada en los aeropuertos por enfermedades o seguridad siempre han existido, en este y en todos los países.
Pretender que todos los derechos son absolutos y que solo se pueden “sugerir” requisitos a las personas, equivale a no tener Estado.
Todos los Estados establecen requisitos para el ejercicio de los derechos. Esto en ningún momento equivale a prohibir un derecho.
Por ejemplo, todos tenemos el derecho de conducir un vehículo, pero existen requisitos para ejercerlo:
1. Tener la edad suficiente.
2. Pasar un examen de manejo.
3. Adquirir una licencia de conducir.
4. Disponer de un vehículo.
5. Respetar las reglas de tránsito.
Todos tenemos el derecho de libre circulación, pero eso no nos da el derecho de manejar en contra sentido, o pasarse un semáforo en rojo, o ir en el vehículo sin cinturón de seguridad, esto no es no tener un derecho, es respetar el derecho de los demás; Los abogados que defienden a la Sala de lo Constitucional ante estos claros atentados contra el Estado de Derecho (algunos de ellos, de hecho, redactan sus sentencias), argumentan que si bien un Estado puede restringir o regular derechos, estos deben hacerse a través de legislación.
Pero esta legislación ya existe (Ej. Código de Salud) y es precisamente la Constitución y toda esta legislación, la que le da las facultades al Gobierno, para que las ejerza, en todos los ámbitos de su jurisdicción (salud, educación, trabajo, agricultura, seguridad, hacienda, defensa, etc.)
Pretender que se deba buscar NUEVA legislación para cada acción del Gobierno, solo intenta negar su existencia e imposibilitar su trabajo y eficacia, dejando a la sociedad sin control Estatal, es decir, una sociedad en caos. Donde cada quien hace lo que considere conveniente.
Un Gobierno tiene facultades. Las cuales están en la Constitución y en las leyes; Para eso tiene ministerios, pretender eliminarlas vía sentencias a demandas que ni siquiera han sido presentadas es un atropello al Estado de Derecho, y en este caso, tiene un nombre: PREVARICATO.
En otros países democráticos, con legislaciones similares a la nuestra (legislación comparada), existen limitantes, restricciones y requisitos para el ejercicio de todos los derechos.
Al igual que en El Salvador, en toda su historia, hasta hace unos meses; En algunos países piden, por ejemplo, constancia de vacunas, puestas desde una semana, hasta 3 meses antes de viajar a ese país, incluso para sus ciudadanos.
Esto no es una negación del derecho de entrada, sino un requisito. Como el requisito de la licencia de conducir.
Además la Sala de lo Constitucional emitió una resolución (a pocas horas de que se lo pidieran), sin ni siquiera CONSULTAR al Ministerio de Salud, ente rector de la política de salud de nuestro país.
Por lo tanto, su sentencia no solo tiene vicios de forma, sino de fondo.
Nuestro país no puede aceptar miles de viajeros diarios sin control, viajando en cabinas presurizadas y contagiando a los demás, en esta etapa de la pandemia.
Sería sumarle miles, o al menos cientos de contagios, a los 80 o 90 que estamos detectando diarios, eso terminaría inevitablemente en la muerte de más salvadoreños, y en el contagio de muchísimos más; Algo que se evitaría si tuviéramos un aeropuerto abierto con los protocolos del Ministerio de Salud, CEPA y la Dirección de Migración. Protocolos establecidos dentro de sus facultades.
Por lo tanto, todas las aerolíneas que deseen aterrizar en nuestro aeropuerto, tendrán que exigirle a todos sus pasajeros una prueba PCR negativa de #COVID19, entregada por el laboratorio, como máximo, 72 horas antes del viaje.
De lo contrario, nos veremos obligados a volver a cerrar el aeropuerto, este requisito no será para siempre, pero estará vigente, hasta que estemos seguros de que hemos podido controlar la curva epidemiológica, con el aeropuerto abierto.
En cuanto a la Sala de lo Constitucional, dejen de saltarse los procesos y trabajen sin atropellar nuestro Estado de Derecho.